Respeto a las diferencias
Es indudable que en toda sociedad humana existen tanto rasgos comunes como diferencias entre los sujetos que la conforman. Las diferencias se deben a diversos factores, unos externos y otros propios de cada sujeto; pueden considerarse un problema que se resolvería homogeneizando a los individuos, o como una característica que enriquece a los grupos humanos.
Derechos humanos e igualdad de oportunidades
Por el simple hecho de existir y pertenecer a un grupo social, todos tenemos derechos y obligaciones; de su cumplimiento y respeto depende, en buena medida, el bienestar de la sociedad. Una persona con discapacidad, al igual que el resto de los ciudadanos, tiene derechos fundamentales, entre ellos el derecho a una educación de calidad.
Escuela para todos
El artículo primero de la Declaración Mundial sobre Educación para Todos señala que cada persona debe contar con posibilidades de educación para satisfacer sus necesidades de aprendizaje. Así, el concepto escuela para todos va más allá de la garantía de que todos los alumnos tengan acceso a la escuela. También se relaciona con la calidad. Para lograr ambos propósitos (cobertura y calidad) es necesaria una reforma profunda del sistema educativo.
Una escuela para todos sería aquella que:
• Se asegura que todos los niños aprenden, sin importar sus características.
• Se preocupa por el progreso individual de los alumnos, con un currículo flexible que responda a sus diferentes necesidades.
• Cuenta con los servicios de apoyo necesarios.
• Reduce los procesos burocráticos.
• Favorece una formación o actualización más completa de los maestros.
• Entiende de manera diferente la organización de la enseñanza.
Estos fundamentos filosóficos forman parte de las bases éticas y morales que permiten pensar en un ideal de hombre, de ciudadano, que ha de formarse en las aulas con una serie de atributos y características, de habilidades y capacidades para integrarse a la sociedad.
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